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Cómo cuidar a un niño con Síndrome de Down

Claves para cuidar a los niños con Síndrome de Down

Un niño con Síndrome de Down debe disponer de cuidados especiales relacionados con su alimentación, su educación y su desarrollo. Cuidarlos puede suponer una tarea complicada, pero existen diversas pautas para poder hacerlo de la mejor manera. La Federación Down España, compuesta por 89 asociaciones, nos recomienda las siguientes claves para cuidar a los niños con síndrome de Down:

De 0 a 2 años

  • Alimentación: lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de edad (siempre que los padres estén de acuerdo). A partir de estos 6 meses, la leche materna debe complementarse con alimentos ricos en nutrientes beneficiosos para su salud.
  • Educación y desarrollo: para disminuir el retraso madurativo asociado a este síndrome, es beneficiosa la colaboración entre padres, familiares y profesionales médicos. Es importante que se complementen con las rutinas diarias del hogar, planificando el tiempo familiar y personal.
  • Salud y ejercicios: una correcta alimentación previene enfermedades como afecciones respiratorias, digestivas, gripes, etc. Además, deben realizarse controles de pediatría, y mediante ejercicios pautados por profesionales se ayudará a mejorar las interconexiones neuronales del niño.

De 2 a 6 años

  • Alimentación: se recomienda mantener unos buenos hábitos alimentarios y favorecer una dieta variada y equilibrada, evitando siempre los productos calóricos.
  • Educación y desarrollo: los padres deben escoger entre un centro de educación integrada o uno especial, donde el niño pueda recibir una educación adecuada, se desarrolle psicológicamente, se divierta, socialice y alcance hilos afectivos.
  • Salud y ejercicios: es probable que el niño sufra algunas enfermedades con mayor frecuencia, por eso, es primordial prevenir y vigilar su salud, sin dejar de lado los ejercicios pautados.

De 6 a 12 años

  • Alimentación: el crecimiento en esta etapa se acelera, por lo que es importante que la dieta sea sana y equilibrada, y que contenga los nutrientes necesarios para niños de esa edad, para evitar patologías relacionadas con problemas de alimentación.
  • Educación y desarrollo: a partir de los 6 años, un niño con Síndrome de Down comienza a experimentar un freno en su ritmo de aprendizaje. Gana autonomía y destreza, pero a mayor lentitud.
  • Salud y ejercicios: se deben seguir llevando a cabo las recomendaciones establecidas en los períodos anteriores.

Adolescencia

  • Alimentación: la pubertad puede ser complicada para cualquier persona, por lo que es importante mantener unos buenos hábitos de alimentación.
  • Educación y desarrollo: hay que hacer un mayor hincapié en la autonomía del niño, además de reforzarse y premiar los conocimientos académicos, entre otros muchos.
  • Salud y ejercicio: las revisiones médicas deben ser muy habituales. El joven debe convertirse en responsable de su propio cuidado, siempre con un poco de ayuda por parte de su familia. En otras palabras, debemos dejar que aprenda por sí mismo, pero con supervisión.
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